“Nos hemos encontrado con una actitud política ampliamente favorable tanto del Gobierno Nacional como del Gobierno Provincial de empezar a reactivar obras paralizadas que lastimosamente nos habían quedado de una gestión anterior nefasta, que no hizo más que destruir al sector y no cumplir absolutamente nada de los compromisos que habían asumido”, destacó Aleman en conversación con Radio Provincia.
“Existe la actitud política de empezar con todo eso, existe los fondos para empezar, pero lo que no existe es el material, y si no tenemos material no tenemos obras, no tenemos puestos de trabajo”, explicó, y aseguró que esto “obedece claramente a una especulación, a una rara convivencia entre los que producen y los que distribuyen”. “Algunos distribuidores, hasta con muy buenas relaciones con nosotros, están jugando al jueguito que no sabemos muy bien cómo termina”, señaló.
“Estoy convencido que el análisis en esta idea de la devaluación no empieza y termina con la construcción”, sostuvo, y espetó que “estos sectores, que no son más de 50 – 60 empresas en realidad, manejan el aparato de presión de la economía del país. Son formadores de precios”.
En esta coyuntura que desbarata los planes de obras públicas y privadas, Aleman sostuvo que esto se encuadra en “un problema del país, de la política, de tomar decisiones fuertes y acertadas”, y reclamó que ello sería contrarrestado al “implementar y ejecutar la famosa Ley de Abastecimiento”.
“Es una Ley ‘dura’, pero existe la herramienta”, subrayó, y explicó que “la ley permite incorporarse con sanciones fuertes a quienes producen centralmente, porque la obligatoriedad de los que producen no es el acopio, sino de volcar, tanto en el mercado nacional como internacional, de acuerdo a los compromisos que tiene”.