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CHACO: “Las Fuerzas De Seguridad No Dan Abasto. Y Ni La Policía Ni El Gobierno Pueden Estar Haciendo De Niñeros” Aseguró El Secretario Gremial De La CAME

El secretario gremial de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González advirtió ayer que “el comercio no está en condiciones de aguantar otra cuarentena más ni un cierre total de la actividad”, como consecuencia del crecimiento de los contagios de coronavirus y de medidas que las provincias comenzaron a tomar para contenerlos. “El comercio no es el sector a atacar, sino otro sector de la población que todavía no entiende lo que está viviendo el mundo”, afirmó en diálogo con Diario Norte. 

“Las fuerzas de seguridad no dan abasto. Y ni la policía ni el gobierno pueden estar haciendo de niñeros en los 200 barrios que hay en Resistencia”, resaltó Alfredo González.

En ese planteo enfático de que el comercio no tiene más margen para nuevas cuarentenas, el dirigente resaltó que “está claro dónde está el conflicto” y dónde se generan los contagios, que los propios indicadores epidemiológicos muestran, son impulsados por la franja etaria sub-30.

“Es gente que no respeta ni su vida ni la vida de los demás”, lamentó. Dijo así que existen “casas quintas y terrenos donde se están haciendo fiestas clandestinas”. En ese plano, recomendó que las autoridades identifiquen a quienes prestan servicios para fiestas y eventos, para buscar ofrecerles formas de contención a través del Estado, de modo que puedan mantener sus emprendimientos sin necesidad de ofrecer sus servicios a fiestas no autorizadas.

Por otra parte, el dirigente de la entidad que representa a las pymes puso énfasis en requerir mayor determinación de la Justicia, con un trabajo más firme y decidido de los fiscales, para generar medidas efectivas porque “cuando a una persona le tocan el bolsillo, recién se contiene”.

“Las fuerzas de seguridad no dan abasto. Y ni la policía ni el gobierno pueden estar haciendo de niñeros en los 200 barrios que hay en Resistencia”, subrayó González y enfatizó: “Hay una falta de respeto a la vida”.

“Todos esos lugares (donde se hacen fiestas) no son clandestinos, tienen dueños. Las personas que prestan esos servicios, deben ser contenidas de otra forma. No son muchos y se puede trabajar en su asistencia y contención, como se contuvo a otros sectores afectados”, expuso.

Fue más allá y resaltó que “hay responsabilidades dobles: de quienes alquilan los lugares, que tienen propietarios, y gente que hace el servicio en el evento”. En ese orden, abogó por mayores controles y sanciones. “Controlemos a los que generan estos eventos”, pidió.

 Las medidas en el Chaco: “No quedaba otra alternativa”

“No quedaba otra alternativa”, dijo González, al evaluar las restricciones en la provincia anunciadas hasta el 21 de enero, que apuntan centralmente a reducir la circulación durante la noche. Sin embargo, advirtió que un nuevo confinamiento significaría “un tiro de gracia para el sector comercial”, que no tiene margen para más pérdidas por cierres en la actividad.

El dirigente recordó que “el comercio hizo la mayor cuarentena, con más de 120 días de cierres en muchos lugares del país”, como consecuencia de lo cual hubo 90 mil pymes que cerraron sus puertas y 185 mil empleados perdieron sus trabajos, de acuerdo con un relevamiento hecho por CAME y difundido días atrás. Y recordó que no se incluye allí el sector de turismo, uno de los más impactados por la pandemia. “Es un sector que no arranca y tampoco parece que arrancará este año”, lamentó.

Por otra parte, marcó que “el comercio es un aliado estratégico en la lucha contra la pandemia”, porque en el sector no se producen ni generan contagios, dados los cuidados que cada negocio impone a la hora de recibir y atender a sus clientes. “No hay comercio que no haga respetar el protocolo”, afirmó.

“Es fundamental que los bares puedan seguir trabajando, porque ese es un sector muy golpeado”, trazó González, al abordar específicamente las medidas tomadas por el gobierno del Chaco, que autorizan el funcionamiento en los días de mayor afluencia, hasta las 2 de la madrugada.

En ese marco, y previendo un escenario de crecimiento de los contagios, insistió en que las medidas que tomen los gobiernos no pueden incluir un cierre total del comercio como forma para contener la situación. “Cerrando los comercios se complica todavía más la situación económica”, subrayó.

En diciembre de 2020, las ventas minoristas en el país cayeron 8% anual, medidas en cantidades, e incluyendo tanto modalidad online como en locales físicos, según reportó CAME en un informe. Así, el año finalizó con un descenso anual de 21,4% y para 2021 las expectativas vienen muy cautas.

“Hay cierto temor porque, con esta perspectiva, no estamos en condiciones de afrontar ninguna cuarentena más”, resaltó González, y agregó: “Más teniendo en cuenta que en el Presupuesto Nacional 2021 no están contemplados más ATP, que salvaron a tantas pymes en 2020”.

Por esas razones, las perspectivas para el año “son muy cautas, y sobre todo en estos primeros tres meses”. “Había cierta esperanza con el turismo, y que eso impulsada un poco la actividad, pero la gente se contiene y no viaja”, señaló.

Ese escenario genera una “mayor contracción del consumo”, cuando el comercio estaba esperando que en estos primeros meses “la gente pudiera consumir un poco más” luego de un año de múltiples restricciones que generaron pérdida del poder adquisitivo de los salarios.

“Venimos de 2018 y 2019 con bajas ventas, y nos agarró marzo del 2020 con la pandemia y la cuarentena, y fue un tiro de gracia, por eso los números tan duros de caída de ventas”, expuso y cerró: “Nunca tuvimos una crisis como ésta, con negocios cerrados, que es como estar atados de pies y manos”.

MÁS DE 20% DE BAJA

Según el informe de CAME sobre ventas minoristas, las cantidades vendidas por los comercios minoristas bajaron 8% en diciembre frente a igual mes de 2019 y finalizaron el año con un retroceso anual de 21,4%.

El declive en los ingresos reales de las familias, la explosión de la venta informal y la escasez de mercadería en negocios como indumentaria, calzados o materiales de la construcción impactaron en la demanda del mes.

Así surge de la medición de CAME en base a 1000 comercios de todo el país relevados entre el lunes 28 y el jueves 31 por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país, GBA y CABA.

Nunca tuvimos una crisis como ésta, con negocios cerrados, que es como estar atados de pies y manos.

 Diciembre no fue como se esperaba, porque si bien las ventas se recuperaron en relación con lo que fue el año, siguieron disminuyendo frente a 2019, que de por sí fue un año malo. De todos modos, el 33,5% de los negocios relevados finalizaron el mes con alzas anuales, aunque el 60% finalizó en baja.

Para los próximos seis meses, las expectativas son muy cautas por ahora: solo el 17,1% de los comerciantes de la muestra creen que las ventas subirán. La mayoría (51%) cree que se mantendrán sin cambio.