Chaco

CHACO: Con Crudos Relatos, Comenzó La Etapa De Testimoniales Del Juicio Por La Causa “Caballero III”

En un escenario atípico raíz de la emergencia sanitaria por coronavirus, en la mañana de este martes se desarrolló la segunda jornada del juicio oral denominado causa “Brigada / Caballero II”I, por crímenes de lesa humanidad entre los años 1974-1979, que tiene a ocho imputados de Ejército, Policía y SPF. Declararon Armando Benítez, Escolástica Riveros, Saturnino Ferreyra , Ramón Hanriquez, Eugenio Domínguez Silva, Juan Manuel González y Rolando Azcona, con historias de violencia sufrida a raíz de su militancia política a manos de policías de la Brigada de Investigaciones del Chaco (en su sede por calle Juan B. Justo mayormente) y de personal penitenciario de la Alcaidía policial.

La jornada, que comenzó a las 8 y se extendió hasta cerca de las 14n se desarrolló del siguiente modo: en la sala del Tribunal Oral Federal de Resistencia (Hipólito Irigoyen 33), el testigo de turno presencial (en este caso dos de una lista de siete) junto a la licenciada Carolina Fule, psicóloga de la Secretaría de DDHH y Género de Chaco para la contención de testigos sobrevivientes; los magistrados José María Cello y Luciano Lauria del TOF de Santa Fe; el fiscal ad hoc Diego Vigay y el abogado querellante por ya nombrada Secretaría Duilio Ramírez.

Por vía remota, el presidente del tribunal Rubén Quiñones, del TOF de Formosa, al igual que el resto de las partes; el Fiscal Carlos Amad , el Defensor Oficial Juan Manuel Costilla , el Defensor particular Ricardo Osuna , el abogado de la Secretaría de DD HH de la Nación Manuel Brest.

Del mismo modo, el grupo de ocho imputados siguió la audiencia desde sus lugares de alojamiento carcelario o como el caso de Gabino Manader y Francisco Álvarez, desde la comodidad de sus domicilios donde cumplen “condena en modalidad hogareña”.

 A esta dupla, la más nombrada por los declarantes de la fecha cuando contaban torturas y vejámenes sufridos se suman el teniente primero José Tadeo Betolli,  el teniente primero Luis Alberto Pateta –ambos oficiales de Inteligencia del Ejército Argentino-; el comisario general Rodríguez Valiente; el sargento José Marín y el sub oficial principal Jorge Ibarra –todos de la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco, Francisco Álvarez -de la Alcaidía Policial- y el alcalde Pablo Casco, Jefe de Guardia de la Cárcel U7.

Recuerdos que duelen

Con menos interferencias que en la víspera, los problemas de conexión, y acoples superponiéndose sobre las declaraciones volvieron a complicar el desarrollo de la audiencia. El primer testigo fue Armando “Manín” Benítez, en modo presencial. “Es bravo recordar de nuevo” comentó. Fue detenido un 16 de octubre de 1974 por un grupo de policías de civil en la vieja estación de ómnibus de Resistencia, en Santa María de Oro y Santiago del Estero, mientras se disponía a viajar hacia Sáenz Peña. Sus captores lo llevaron a un depósito en la terminal y ahí mismo comenzaron con los primeros golpes. “Yo había sido demorado dos veces por hacer pintadas y pegatinas por policías de Investigaciones. De esa época ya lo conocía a Manader y Cardozo, famosos por meter mano”.

Con una trayectoria de ex detenido político a raíz de su paso primero en el peronismo y luego por el Partido Revolucionario de los Trabajadores, y de militancia social y de DDHH luego de recobrada la democracia. Comenzó a militar en el peronismo en el año 70. Estudiante secundario, formó una agrupación estudiantil en la escuela industrial, luego de la JP pasó al peronismo de base, y ahí se incorporó al FAS. En un acto denunció al CdO por el tiroteo al comedor estudiantil.   En la actualidad integra la Comisión Permanente por los DDHH, una de las organizaciones de derechos humanos que forma parte de la Comisión Provincial por la Memoria Chaco (CPM).

Relató que la tortura continúo en la Brigada de Investigaciones, en su sede por calle Juan B. Justo; (El jefe de Investigaciones Carlos); “Thomas se ensañaba, se le ponía la cara colorada, y les mostraba a sus subalternos cómo debían proceder”. Recordó que le preguntaban cantidad de cosas, pero que no les interesaban sus respuestas.

 “Luego vino lo más feo” afirmó, con la voz ronca por la emoción; “trajeron a mis dos hermanos menores, a dos primos y a dos tíos. Ahí ya cambió la cosa”. Visiblemente emocionado, hizo una pausa para tomar agua y prosiguió su declaración; “No recuerdo bien la sucesión cronológica de la golpiza y la tortura. A veces el tiempo parece pasar muy rápido y en otras ocasiones no. Cuando uno espera que lo vengan a buscar para pegarle el tiempo parece corto”.

El punto culmine de su calvario ocurrió luego de que lo cargaran maniatado y tabicado en una camioneta y lo llevaran lejos, en un viaje de más de media hora según calculó.  Lo bajan y alcanzó a percibir la brisa propia de la orilla del río, y la quietud de un descampado. “Me pusieron una bolsa de polietileno en la cabeza, me disparaban cerca del oído, querían que les dijera mi nombre de guerra y cosas así, me pasaron picana hasta que me desmayé. Mi cardióloga me dijo que puede haber sido mi primer síncope, luego tuve dos más”.  Cuando despertó tenía la panza muy hinchada y enrojecida, pero “ya ni me dolía – relató- era más el susto, porque parecía que estaba por reventar”.

El 21 de octubre terminó su estadía en la Brigada y fue trasladado a la Alcaidía, un par de días antes eso liberaron a sus hermanos menores de edad. También recordó haber visto el patio de Investigaciones poblado de detenidos, algunos sentados y otros parados y un interrogatorio con un civil, de saco, y un acento “como de porteño o rosarino” que lo amenazó con una picana y le advirtió por sus familiares también detenidos.

Culminó su testimonio con la siguiente declaración; “Agradezco la posibilidad de contar lo que fue esa época. Cuando salí con libertad vigilada había gente que no me quería saludar por miedo.  Hoy, de los que me torturaron solamente queda uno con vida. Eso habla de la lentitud de la justicia”.

Manader: “Hoy te toca”

Los demás testimonios siguieron la misma línea narrativa; detenciones por policías de civil o uniformados, pero sin orden judicial, paso por la Brigada de Investigaciones, torturas y privación de las condiciones más elementales; como alimento, higiene, etc. Al momento de denunciar lo ocurrido se topaban con la figura del secretario de juzgado federal Roberto Mazzoni que se negaba a tomar declaraciones y formaba parte del dispositivo de represión.

Escolástica Esperanza, abogada y docente, declaró por vía remota desde Buenos Aires, y contó que fue detenida a metros de su casa un 18 de octubre de 1974. Le destrozaron la casa y quisieron obligarla a firmar un acta con falsedades. Ante su negativa a hacerlo terminó en un calabozo en la Brigada, esposada y vendada.  “Cuando venía el cabo Sotelo era el terror. Venía y decía, “Che, cuando le vamos a dar máquina?”. Recordó cómo Gabino Manader la golpeaba en la cabeza y le hablaba al oído; “Esta noche te toca, te vamos a violar delante de todos, vos no tenés hijos porque tu marido es un inútil, te vamos a violar delante de él para que aprenda” la amenazaba. De Rodríguez Valiente también recordó golpes y amenazas y que solían preguntarle de modo insistente por Enzo Lauroni, (en la actualidad desaparecido).

En una ocasión en la que consiguió luego de mucho insistir que la dejaran ir al baño pudo ver en el patio a “muchísima gente, era impresionante, estaban tirados en el piso, sucios, con ropa rasgadas, todos vendados”. Entre esa gente vio a su marido, sin camisa, con las manos esposadas, contra un tronco. Recuperó la libertad en abril de 1982, pero la presión y la vigilancia persistieron. En ese momento supo que su hermana había sido secuestrada- desaparecida en Buenos Aires durante su cautiverio, y que su familia había sufrido detenciones y hostigamiento.

Cómo sigue

El juicio oral retomará audiencias en la mañana de este miércoles con una lista de ocho declarantes: Susana Graciela de los Ríos, Silvia Robles, Carlos Aranda; María Elena Rossi, Diego Romero, Oscar Varela, Gerardo Delgado, Roque Benítez y Alberto Testa. Para los días jueves y viernes también hay programadas audiencias con un promedio de 5 declaraciones por día. Para seguir los juicios se debe ingresar al sitio de Facebook de HIJOS CHACO (facebook.com/hijoschaco) o de la CPM Chaco CasaporlaMemoria Chaco, https://www.facebook.com/cpmchaco.