Los bomberos voluntarios brindaron una charla, mostraron sus herramientas, contaron experiencias, hicieron una demostración con la manga para apagar incendios y dieron un pequeño paseo deleitando con la sirena del autobomba y las risas de los pequeños a los vecinos de la zona.
“La destreza sirvió no solo como distracción, sino para salir del encierro mental que generó la pandemia y descubrir los grandes súper héroes que realmente son” agregó Enzo Giménez, el vecino encargado de organizar la actividad en el barrio.