Su naciente como todos nuestros ríos es imprecisa y como sus hermanos nacen de grandes bañados, en los bañados de
Ñacurutú, con el nombre de arroyo Tragadero, su afluente más importante es el estero Camba y a lo largo de su recorrido desagua sobre su cauce las lagunas Conchas, Desayuno y Cuchara. Recibe al arroyo Quintana, poco antes de Colonia Benítez, que es un débil y largo desagüe del estero Camba. Luego de recorrer sus casi 100 kilómetros de longitud desemboca en el río Negro, a 650 metros de la desembocadura sobre del riacho Barranqueras.
Atraviesa algunos esteros y en épocas de crecientes los desbordes del arroyo Tuca y Guaycurú Chico llegan al tragadero, o a la zona de esteros y bañados de su curso superior. Estos ríos del Chaco tienen una característica llamativa en épocas de grandes crecientes del Río Paraná, la descarga de agua se invierte cambiando el sentido de la corriente.
En algunos tramos, cerca de Colonia Benítez su ancho máximo es de 50 metros sus barrancas, con una belleza natural muy llamativa y llegan a tener hasta 10 metros de altura. Debemos recordar que el estero Ñacurutú tiene desagüe artificial hacia la laguna La Verde, que se conecta con el río Negro. Donde normalmente apreciamos su belleza es casi en su desembocadura cuando cruza por abajo del acceso al puente Chaco – Corrientes.
También como su hermano mayor el río Negro tuvo un puente de maderas levadizo que fue construido por el mismo ingeniero. El ingeniero Luis Foussal proyectó y dirigió la obra. Esto permitía el tránsito de las embarcaciones, con capacidad de hasta doscientas toneladas de carga que transportaban los productos forestales de la región, y con el correr del tiempo y la falta de dragado, fueron perdiendo profundidad para el calado de embarcaciones. En aquel entonces, el movimiento era activo entre Corrientes, San Fernando y Puerto Tirol. El puente sobre río Tragadero que nos une con Colonia Benítez, se llama Puente “Coronel Luzuriaga”.