Un violento robo se vivió hoy en Resistencia, donde dos empleados de una verdulería fueron asaltados por cuatro motochorros y le robaron casi 700 mil pesos en efectivo a las 4:30 de la madrugada. “Fue una entrega. “Dame la plata”, fue lo primero que le dijeron cuando bajaron de la moto”, aseguró uno de los familiares de la víctima a este medio.
Una vecina, que fue consultada por este medio, aseguró que, en el momento en el que ocurrió el crimen, escuchó los dos disparos y el grito de auxilio que la mujer lanzó cuando la arrastraban por la calle de tierra de Lisandro de la Torre al 2700, aproximadamente.
Según comentaron los familiares, los trabajadores, quienes son parte de la verdulería ubicada en la cooperativa frutihortícola, llevaban el dinero recaudado del fin de semana, sumado a las boletas de los fiados que el comercio realiza con los clientes del lugar. “Lo que más quieren es las boletas de los fiados”, explicó al referirse a los papeles que se llevaron de la mochila lo que constituye “una pérdida millonaria”.
EL HECHO
Todos los lunes por la madrugada, los empleados llevaban el dinero de lo recaudado el fin de semana para luego ser depositado al banco y que, de esta manera, le llegase la mercadería al local. Según la línea de los hechos, este sistema habría sido captado por los delincuentes quienes conocieron el horario donde llevaban dicho efectivo.
Según explicó el familiar, dos motos los interceptaron a las 4:30 de la madrugada y, cuando se bajaron, les exigía el dinero. “Dame la plata”, soltaron con brusquedad. Cuando la mujer de 21 años se resistió, uno de los ladrones le disparó dos veces al suelo cerca de ellos, por lo que ella soltó el dinero y, luego de haber sido arrastrada por la calle, finalmente lo soltó.
HIPOTESIS DE UN DELITO PREMEDITADO
Lo que sostiene esta hipótesis es que, cuando fueron abordados por los delincuentes, estos nunca le robaron una moto Honda Tornado 250cc que el hombre de 35 años tenía, un bien que implica de mucho valor. Todo lo contrario: fueron directamente hacia la mochila que llevaban.
Además, los delincuentes se encontraban preparados para el ataque y conocían el movimiento de los empleados, así como también las grandes sumas de dinero que movilizaban según los días que tenían establecidos.