El brutal suceso de inseguridad fue cometido a sangre fría y a plena luz del día el pasado martes 17 de enero del corriente año. Tras luchar con las secuelas de la tremenda paliza, la comerciante falleció este sábado en un sanatorio privado de Sáenz Peña y su esposo quedó con graves secuelas. Sus familiares que llegaron en las últimas horas, provenientes de otros lugares del país, informaron a Periodismo365 que “cada uno de nosotros nos constituiremos en querellantes particulares y no descansaremos hasta que se haga justicia por María Elena. Hoy hablamos con el Fiscal de la causa en horas del mediodía y nos dijo que se iba a abocar al caso nuestro porque ella termina muriendo como consecuencia de los martillazos que un malnacido le propinó sin piedad en la cabeza, dejándola con traumatismos gravísimos de los cuáles ella nunca se pudo recuperar. Ahí empezó su calvario hasta la muerte y queremos que se haga justicia por este crimen. Esto no puede quedar impune”, remarcaron.
Las mismas fuentes consignaron a Periodismo 365 que ése día martes del mes de enero a las 17.30 horas, tres violentos delincuentes llegaron en una motocicleta de mayor cilindrada a 110 cc. hasta el tradicional Mercadito “San Antonio”, ubicado en calle 20 esquina 21 del Barrio Oro Blanco. Uno de ellos quedó de campana en la calle y dos se bajaron de la moto, empuñando armas de fuego. La pareja de comerciantes, ambos septuagenarios acostumbraban a sentarse a tomar mates o tererés abajo de la sombra de los árboles, en la vereda lateral del negocio que da a la calle 21. En esas circunstancias uno de los dos malvivientes sin mediar palabras desmayó al hombre aplicándole fuertes culatazos de pistola en la cabeza, y la esposa al ver la feroz agresión salió en defensa de su marido, llevando en sus manos un martillo de albañil, de gran tamaño, conocido popularmente como masa; que tenía oculto detrás de una puerta.
Sin embargo, al ser más joven el malviviente le quitó el martillo y enfurecido porque la mujer opuso resistencia con esa pesada herramienta, golpeó sin piedad en la cabeza a la indefensa septuagenaria que cayó desvanecida. También le propinaron una salvaje golpiza a un hombre con discapacidad que le falta una de sus piernas y que camina con la ayuda de muletas. El hombre de apellido Galarza observó todo y vive en el fondo de la propiedad e intentó defender a la pareja de septuagenarios comerciantes.
Luego del sanguinario ataque los delincuentes se fueron y la dramática escena fue descubierta por niños que fueron a comprar golosinas, quienes a través de las rejas del negocio vieron una gran mancha de sangre que se desplazaba por el piso del local y también alcanzaron a ver las piernas de uno de las víctimas que se quejaba de dolor. Asustados, los chicos fueron corriendo a contarle a sus padres, quienes rápidamente llegaron hasta el comercio y llamaron a la Policía. Minutos después móviles policiales llegaron al mercadito junto con ambulancias del Hospital “4 de Junio” adonde trasladaron de urgencia a María Elena Ruiz, su esposo de apellido Carballo y al inquilino Galarza, quedando todo internados en Terapia Intensiva del nosocomio local. Horas después la pareja de comerciantes fueron trasladados a un Sanatorio privado.
Fuentes cercanas a la familia detallaron a Periodismo365 que luego de salir de alta “ella se descompensaba y caía al suelo porque no había quedado bien como consecuencia de los martillazos en la cabeza. Tenía mareos y debía ser asistida por otra persona en todo momento”
No obstante, “un día la señora se cayó sufriendo lesiones en la cadera, siempre como consecuencia del ataque ya que tenía golpes en la frente de ambos lados, sobre los ojos y en la cabeza en la parte de arriba. Nuevamente en el sanatorio la operaron de la cadera y le enyesaron la pierna derecha, empezando un peregrinar de entradas y salidas al Sanatorio donde finalmente falleció el sábado a la tarde.
Fuente: Periodismo365-Fotos: EresChaco