Máximo Gustavo Franco fue llevado a juicio por dos mujeres que denunciaron haber sido abusadas por él con el mismo “modus operandi”: las invitaba a tomar mate a una plaza y las llevaba a su casa en Barranqueras, lugar donde ocurrirían los abusos.
Este jueves, un jurado popular declaro a Franco como culpable por los delitos de abuso sexual con acceso carnal. La fiscalía había pedido un “veredicto de culpabilidad como autor responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con abuso sexual simple”, por ambas causas.
Según sostuvo el fiscal de Cámara N.º 1, Jorge Fernando Gómez, Franco es un “lobo con piel de cordero”, debido a la manera en que habría atraído a sus víctimas para llevar adelante los abusos. El juicio contra Franco comenzó este martes, en el que está acusado por dos víctimas por dos hechos aislados, uno de ellos por abuso sexual con acceso carnal, y el otro por abuso sexual siempre.
Según detalló el fiscal Gómez sobre el primer hecho, la mujer comenzó un diálogo con él luego de que Franco se contactara con ella mediante mensajes. Ella lo recordaba como un conocido de cuando era más chica. “Comenzó un dialogo que se extendió en el tiempo y coordinan encontrarse en la Plaza del Regimiento”.
“Dijeron que iban a tomar mates, él le dice ‘mirá, vengo de trabajar, vamos a preparar los mates acá cerca, a mi casa’”. Dentro de la casa, ubicada en Paraguay y Brasil de la ciudad de Barranqueras, comienzan las situaciones de abuso, pese a la negativa de su víctima
“Cuando ella logra que la deje ir, él le dijo ´te voy a acompañar porque está muy oscuro´. ¿Qué cosa más aberrante le podía pasar si no la acompañaba? Lo más aberrante lo había cometido él”, expresó Gómez en los alegatos finales del juicio.
Diego Sassari, el padre de la víctima, relató a Diario TAG el difícil momento de la familia, mientras esperaban el veredicto. “Venimos peleando ya desde hace más de un año y medio para que se haga Justicia”, expresó. Su hija, que denunció haber sido víctima de Franco, habría intentado quitarse la vida tras el hecho.
“Queremos y peleamos para que este tipo esté mucho tiempo más preso, para que pueda rehabilitarse, si se puede rehabilitar. Hizo mucho daño y hay muchas familias afectadas por esto”, detalló.
“Mi hija fue abordada. La invita a tomar mate, mi hija accede en un lugar público, y la lleva engañada hasta la casa de él donde vivía con la madre y con la abuela donde la encierra y la viola, en un solo día todo. No había una historia más antes”, explicó Sassari en declaraciones a este medio, mientras se llevaban adelante los alegatos finales en el juicio contra Franco.
En esa línea, detalló: “Hoy yo estoy por mi hija, pero también hay una chica más que denunció abuso de este violador serial que se llama Máximo Franco. Hay 8 víctimas más que no tienen la fuerza para denunciarle a este tipo, a este violador serial que estuvo actuando durante mucho tiempo en Barranqueras, que se encontró con mi hija y una chica más que se animaron a denunciarlo. Gracias a eso, hace más de un año que está preso”.
La otra causa por la que se enjuició a Franco, una causa por supuesto abuso sexual simple, tiene como víctima a otra mujer de la ciudad portuaria.
“Esta mujer vulnerable que se fue a trabajar para un partido político para cobrar una plata en el día de las elecciones, se encuentra con Franco, lo conoce, la trata bien, le habla de las posibilidades de trabajo, es más al otro día se reúnen por eso”, detalló el fiscal Gómez en los alegatos finales.
En este punto, el fiscal apunta contra Franco como un “lobo con piel de cordero”. “Ella estaba en una situación de vulnerabilidad. Ese día se encontró con el corderito, la trató bien, tuvieron un buen dialogo, fue atento, se comunicaron después y quedaron encontrarse en dónde… qué casualidad, la Plaza del Regimiento”, planteó el fiscal, haciendo referencia a la otra causa en la que se ve envuelto Franco, donde habría usado el mismo “modus operandi”.
La joven llegó con su hija, una niña, al encuentro. “El lobo con piel de cordero le compró una golosina en el camino, quiso congraciarse y mostrarse como una buena persona. Pero se transformó en lobo una vez que entraron a la casa”.
La víctima denunció que Franco la empujó y comenzó a manosearla. “Esto se llama abuso sexual simple”, sentenció el fiscal.
LA DEFENSA
El abogado defensor, Antonio Mario Francisco Miani Szotkovsky, apuntó en sus alegatos finales que la fiscalía y la querella habrían “pretendido demonizar” a su defendido, Máximo Franco, e “hipnotizar al jurado con frases cortitas: lobo con piel de cordero, la casa del terror, el perverso” de manera “subliminal” para “perjudicar a mi defendido”.
“Se habló de lobo con piel de cordero, de brujería, de hechizos, teorías sacadas de los pelos para formar pruebas donde nos las hay”, sostuvo.
En tanto, dijo que “no se ha secuestrado nada con ADN” que inculpe al acusado por los abusos. Y sostuvo que su defendido no sería “la causal” en relación a los intentos de suicidio de una de las denunciantes. “Se pretende esbozar en contra de mi defendido los intentos de suicidio de la chica, que probablemente sean ciertos. La defensa no va a poner en duda, eso no está en discusión. Pero si la causal de los mismos”.
En esa línea, Miani Szotkovsky dijo que “no existe prueba alguna” y que durante el juicio “lo único que se hizo es acusarlo injustamente”. “Se pretende sacar pruebas de donde no existen y arruinarle la vida a una persona, a una familia”, sostuvo.
Y pidió que Franco sea declarado no culpable: “En ustedes está hacer un verdadero acto de justicia”, dijo al jurado.
Fuente: DiarioTAG