Una mujer finalizó detenida en medio de un allanamiento a su vivienda donde comercializaba drogas al menudeo bajo la fachada de un clásico almacén de barrio.
La acusada trató de ocultar una importante cantidad de dosis de clorhidrato de cocaína al momento del ingreso de un grupo de efectivos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA).
En una acción desesperada, juntó los envoltorios con la sustancia prohibida y los arrojó al interior de las cañerías de desagüe.
El procedimiento ordenado de parte del Juzgado Federal Número 1 fue llevado adelante en el barrio San Roque de la capital provincial.
Integrantes de GNA dependientes del Escuadrón 48 habían comenzado la investigación semanas antes a partir de un dato de inteligencia.
Después de constatar el domicilio donde cometían la comercialización de estupefacientes elevaron los informes respectivos a la Justicia.
Con la evidencia obtuvieron el permiso para el registro del inmueble, búsqueda de elementos vinculados a la causa investigada y detención de posibles autores.
En horario de la tarde, al menos tres patrullas con gendarmes llegaron hasta un domicilio donde funciona un almacén o despensa.
En el sitio sorprendieron a la propietaria que no ofreció resistencia cuando supo que se trataba de un allanamiento.
Mientras la mujer era retenida comenzaron a buscar en las distintas habitaciones hasta encontrar la prueba del delito: un total de 37 envoltorios de polietileno color verde cargados de cocaína.
Las bolsitas estaban en el interior de una cañería adonde la mujer las arrojó en un intento de descartarse de ellas. Fue apenas observó la llegada de las autoridades.
A disposición del Juzgado interviniente quedaron incautados cuatro teléfonos celulares, la suma de 73.900 pesos que serían obtenidos mediante el ilícito y un automóvil Peugeot 208 “con prohibición de circulación”.
La mujer fue trasladada a sede de la GNA en calidad de detenida e incomunicada.
De esta forma queda anulado otro punto de expendio de drogas que llegan a jóvenes y adolescentes.
Fuente: época