Jorge Milton Capitanich es el líder político más característico de nuestra provincia desde el año 2000 en adelante sin lugar a dudas. No me voy a poner a nombrar obra por obra, pero no puedo dejar de ver hoy que, en mi barrio “La Toma”, se levanta la obra del segundo acueducto a punto de concluirse. Tampoco puedo dejar de ver la necesidad de nuestras y nuestros vecinos, la crisis económica viene de años y la pobreza estructural que ya teníamos se agudizó en este contexto. Pero ojo, no es tiempo de pesimismos ni de críticas descarnadas con otras intenciones. Es tiempo de unión, de trabajo en conjunto, de sumar todas las voluntades desinteresadas que realmente quieran vencer al coronavirus.
No podemos evitar acordarnos de que algún amigo, vecino o conocido se ha ido desgraciadamente por esta enfermedad. Sin embargo, debemos entender la magnitud de la pandemia. Hablamos de una catástrofe mundial a nivel inauditos, la crisis sanitaria más grave de los últimos años.
En este contexto, el miedo y la incertidumbre hacen que se pierda el enfoque de algunas cuestiones. La cruda realidad exige el máximo esfuerzo de todos, no obstante, también requiere que no nos olvidemos quien es quien y que hizo anteriormente. Todos tenemos derecho a opinar, lo que no quiere decir que todos sepamos de lo que hablamos, es decir, yo por experiencia propia puedo saber calmar una aflicción o principio de enfermedad de mis hijos, pero cuando veo que esta fuera de mi alcance acudo rápidamente a un médico, ¿Me explico?
Otra muestra de época, que abona a lo expresado en el párrafo anterior es la desinformación. El miedo muchas veces se propaga por la falta de información o la difusión de información falsa o mal intencionada. Aquí es donde tenemos que prestar especial atención a la veracidad de cadenas de mensajes a través de whatsapp, noticias falsas o “fake news” como se las conoce y todo tipo de recomendaciones o consejos emanados sin destinatarios o sospechosos. Debemos ser responsables al difundirlos, asegurándonos de que sea la verdad. En la información emanada por las autoridades de salud a nivel provincial y nacional están las acciones probadas de efectividad. Seamos responsables.
También debemos ser responsables al reconocer nuestras elecciones. Desconociendo el futuro, hace no más de un año, elegimos nuestros representantes. Todo aquellos que accionamos, que hacemos nuestra labor desde la responsabilidad institucional que nos toca, brindando el debate
necesario para darle al Ejecutivo municipal herramientas de gestión tenemos aciertos y desaciertos. Pero es porque estamos trabajando, nos levantamos muy temprano y nos acostamos muy tarde pensando en cómo ayudar desde nuestro lugar, colaborando con comedores o merenderos, creando nuevos comedores de emergencia, asistiendo a trabajadores en un centro de salud u operativo sanitario, en una campaña de desinfección en los barrios, en un operativo de seguridad en los accesos y en tantos otros lugares donde le estamos dando batalla al Coronavirus. En este sentido el que esta encabezando estas acciones es nuestro gobernador y no tengo duda de que Coqui Capitanich es el líder político mejor preparado para conducirnos, por algo Dios lo puso en este momento en ese lugar.
Del mismo modo, como ciudadanos debemos reconocer nuestros deberes y obligaciones. Los que tenemos responsabilidades institucionales podemos tomar medidas y ejecutar acciones, pero no podemos enviar a un agente de policía por cada casa o alguien que directamente le lave las manos a cada uno por 40 segundos. Estamos trabajando a destajo para que cada merendero y comedor pueda seguir funcionando, llevando el alimento personalmente a personas consideradas de riesgo desde esos lugares, hay mucha gente aportando anónimamente su granito de arena. El trabajo de Magda Ayala y su equipo junto a los trabajadores provinciales de Salud, Educación, Seguridad y Desarrollo Social está a la vista. Pero eso no funciona si cada uno desconoce la responsabilidad que le cabe atendiendo a la gravedad de la situación. Está en todos y cada uno de nosotros salir de esta situación sumando, aportando lo suyo y fundamentalmente cuidándose y cuidando a los suyos.
Por ultimo quiero reconocer la importancia de mantener la paz y la unión en nuestras familias y comunidades. La solidaridad y el contacto permanente con el otro no debe faltar, existen medios para mantenerse en contacto respetando las normas establecidas, no nos dejemos engañar. A aquellos que somos creyentes les pido que reforcemos nuestras oraciones a Dios, por nuestro permanentes por nuestro Chaco. Y los que no lo les pedimos paciencia y solidaridad con el que está al lado que nos acompañen en esta lucha. No es momento de individualismos, la salud de todos está en juego y el bien común es nuestra principal prioridad, nadie se salva solo. Si ponemos nuestro esfuerzo en sumar, llegará nuevamente el tiempo de los abrazos y de los encuentros. Está demostrado que donde se han respetado las medidas el virus ha disminuido significativamente su expansión. Por eso les pido, construyamos desde esa esperanza de un mañana mejor. Sé que es difícil, pero también estoy segura que todos juntos podemos hacerlo.
Dios los guarde y bendiga queridos vecinos”