Resistencia

RESISTENCIA: Identifican Viviendas En Áreas De Riesgo Al Borde De Lagunas Y Proponen Solución

El Área Metropolitana del Gran Resistencia (AMGR) se encuentra emplazada sobre las terrazas de inundación del río Paraná, compuestas por cursos de agua meandriformes del río Negro, el riacho Arazá y un sistema de lagunas semilunares generadas por estos ríos.

En la actualidad en el AMGR perduran alrededor de treinta lagunas pertenecientes al sistema lacustre del Río Negro y el riacho Arazá, ubicadas dentro del área defendida y antropizada, que forman parte del patrimonio natural que en la mayor parte de los casos ha sido ignoradas por los procesos de urbanización.

Ante dicho problema, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE se realizó un estudio que consistió en relevar, analizar y diagnosticar la situación actual de viviendas localizadas directa o indirectamente en los bordes de lagunas, en zonas de riesgo hídrico de la ciudad de Resistencia (AMGR) para formular estrategias de abordaje y resolución integral a la problemática.

El estudio fue realizado por la becaria de investigación María Elinor Aeberhard, con la dirección del Dr. Arq. Miguel Ángel Barreto y la codirección de la Dra. Arq. Venettia Romagnoli, dentro del Instituto de Investigación y Desarrollo en Vivienda (IIDVI-FAU-UNNE).

Una primera etapa del proyecto consistió en la recopilación de datos de organismos oficiales y otras fuentes, y posteriormente se elaboró un método de relevamiento de datos que sirvió de soporte a la etapa operativa mediante la superposición de información proveniente de la Administración Provincial del Agua (APA) y la interpretación de imágenes satelitales visualizadas a través del programa informático Google Earth.

Así, se pudo avanzar en la identificación y estimación cuantitativa de viviendas y población expuesta a amenazas hídricas en el AMGR mediante la utilización de Sistema de Información Geográfica (SIG).

Dentro del Municipio de Resistencia se relevó la existencia de 21 lagunas de 30 que perduran en todo el Área Metropolitana del Gran Resistencia, de las cuales 15 tienen riesgo bajo de anegamiento, 4 con riesgo medio y 2 lagunas con riesgo alto de inundación, clasificadas en función a la cantidad de viviendas que existen asentadas en sus bordes.

En total se identificaron 823 viviendas en riesgo hídrico ubicadas dentro de la línea de ribera estimada para cada laguna de las 21 relevadas.

En tanto, tomando el promedio de cuatro personas por vivienda que tiene la ciudad de Resistencia, se estimó que en los bordes de lagunas del AMGR habitan 3.292 personas, aunque los investigadores aclaran que el número de población podría ser mayor debido a las condiciones de hacinamiento que es común en aquellas viviendas que forman parte de asentamientos informales.

“Este método permitió elaborar un diagnóstico aproximado de la situación en la que se encuentra la población que reside en estas áreas” comentó la estudiante María Elinor Aeberhard, becaria a cargo de la investigación.

Agregó que se pudo construir información tipificando los asentamientos informales que habitan los bordes de las lagunas, y establecer niveles de criticidad de estos.

Pero de manera posterior a los relevamientos, también se avanzó en el desarrollo de criterios de intervención y estrategias de abordaje para una resolución integral de la problemática, partiendo de la evaluación de los resultados cuantitativos e integrándolos a los estudios cualitativos previos.

En este aspecto, el doctor Miguel Barreto, director del proyecto, comentó que la información generada en la investigación sirvió de insumo para la elaboración del informe de diagnóstico del Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (POT Res 2040) del Municipio de Resistencia, que tuvo a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo como institución responsable junto a la comuna.

Además, también en el marco del “POT Res 2040” los datos de la investigación fueron utilizados para la elaboración de una propuesta de implementación de un programa específico de abordaje para la problemática de los asentamientos informales en áreas de riesgo hídrico.

“La ocupación de áreas de riesgo en zonas de las lagunas urbanas representa una crítica realidad del Área Metropolitana del Gran Resistencia, y con este trabajo se pudo aportar información de relevancia para atender dicha problemática” enfatizó el doctor Barreto.

CONTEXTO DE LOS ASENTAMIENTOS

Respecto a los asentamientos de vivienda al borde de lagunas del AMGR, los investigadores de la FAU-UNNE explicaron que la urbanización de estos territorios siguió caminos diversos.

Así, se registró la urbanización con respaldo legal o formal, con la aparición, por ejemplo, de barrios financiados por el mismo Estado en áreas vulnerables; la urbanización progresiva por iniciativa privada (relleno de la parcela propia) y otras a partir de procesos informales de asentamientos espontáneos.

La Administración Provincial del Agua (APA) en su Resolución N.° 303/17 establece las zonas de riesgo hídrico con sus respectivas cotas, restricciones y permisos del uso del suelo para orientar el crecimiento urbanístico en los lugares más elevados topográficamente, prevenir los daños que pudieran ocurrir por distintos tipos de inundaciones y preservar la zonificación prohibida, tratando de evitar la apropiación por parte de particulares.

Según la normativa vigente estas zonas de dominio público deberían ser consideradas para la recreación de la sociedad, protección de la naturaleza, control climático, y, por, sobre todo, destinadas a brindar seguridad a la población frente a las amenazas naturales, tales como inundaciones y anegamientos.

Sin embargo, las normativas existentes no resultaron suficientes para contrarrestar el proceso señalado precedentemente de ocupación informal, debido a la ausencia de control por parte del Estado.

Al respecto, los autores de la investigación de la FAU-UNNE remarcan que “hasta el momento no existe una política definida para aquellos asentamientos localizados en los bordes de laguna y cursos de aguas. Las experiencias realizadas han sido muy pocas”.

Indican que el método aplicado en la investigación permitió elaborar un diagnóstico aproximado de la situación en la que se encuentra la población que reside en estas áreas, así como el tipo de intervenciones que son necesarias para subsanar esta situación.

“Este tipo de análisis y propuestas permitiría a futuro indagar estrategias de abordaje y resolución integral de esta problemática para consolidar, ordenar y mejorar la calidad de vida de las personas que habitan estas zonas sin generar daños ambientales, tal como las medidas que se propusieron en el POT Res 2040” finalizan.