Chaco

CHACO: Detrás De La Escena: Los Chaqueños En El Nuevo Senado

Por Alberto Solis Bonastre

 Cristina, presidiendo la sesión, escuchando y cara a cara con Julio Cobos, su ex presidente. Los ruralistas del PRO junto a Lousteau, ex ministro kirchnerista, autor de la 125. Está visto, que los legisladores nacionales (nuevos y algunos ya con años en su banca, casi parte del mobiliario del imponente edificio del Congreso Nacional)  tienen y tendrán protagonismo, por suerte PARA LA DEMOCRACIA,  en el nuevo gobierno de Alberto y Cristina. La  EMERGENCIA SOCIAL o “Ley de Solidaridad Social y Reactivaciòn Productiva (suena a  Revolución Productiva pero a las claras es todo lo contrario) se pudo tratar en Diputados, gracias al apoyo del bloque de LA CHAQUEÑA (nacida en Presidencia Roque Saenz Peña)  Graciela Caamaño y un bloque mendocino (el vino siempre une a los argentinos, dice una publicidad). Y el Chaco es Justamente, protagonista de “momentos históricos” para la democracia. Y en el debate de ayer, madrugada de sàbado 21, Presidiendo el Senado, Cristina, con su capacidad de conducción intacta, con su verba de “un ser leído”,  y sentado en su banca, a Julio Cobos, su ex presidente y autor de la famosa frase  “nopositivista” que obligò a quienes hacen el tablero de presencias, abtenciones, ausencias, “votos a favor, en contra”, agregar los “votos no positivos”, embalurdando a taquìgrafos y viejos periodistas parlamentarios (como quien suscribe) a “volver a las aulas. Pero quiero volver sobre mis pasos, (justamente, desde el Salòn de los Pasos Perdidos),  me quiero remitir al dìa de la asunciòn del Nuevo Senado, el pasado reciente (como veràn, sino consulten al amigo Felipe Pigna, la Argentina tiene “un pasado reciente, un pasado ausente, un pasado que duele, un presente lamentable, un futuro exitoso, pues estamos condenados al èxito, segùn un ex presidente).

El 27 de noviembre, con una cierta demora, apenas un par de horas,  producto de un corte de luz general en la zona donde se levanta el Parlamento Nacional (para que los chaqueños allí presentes extrañaran un poco menos su provincia, y pudieran comprobar que SECHEEP està a la altura de las mejores empresas de energía del país) juraron los  nuevos senadores elegidos democráticamente en la última (no recuerdo la primera, o cuantas veces votamos, con o sin PASO) del pasado 13 de octubre. La Presidenta del Senado, Gabriela Michetti (reaparecida: la última imagen de la compañera de fòrmula de Mauricio Macri fue sufragando; al parecer, según los “malpensados de siempre”, introduciendo un sobre vacío, simil “me dejaron afuera, yo voto en blanco” en la urna electoral) aceptó la renuncia de dos senadores: llamativamente muy aplaudidas ambas, pues se trató del ex senador santafesino Omar Perotti, quien lo hizo para asumir el 10 del corriente, como gobernador electo de Santa Fe, desbancando al socialismo y su alianza con el radicalismo  luego de 12 años. Y la otra, la más sonada, la de la senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, quien parece dejarà (como se esperaba) de visitar los Tribunales de Comodoro Py para ser “la Jefa del Proyecto Nacional y Popular. Otra perlita: Patricia “Pato” Bullrich, (LA PIBA en sus tiempos de Montonera, ex ministra de Trabajo de De la Rua y de Seguridad de Macri), es la la “Presidenta del Pro”, o sea titular de la oposición (las mujeres al poder!) Cristina versus Patricia Bullrich. Eso va a estar bueno. (Mauricio, el expresidente, como se merece y acostumbra, ya està nuevamente de vacaciones, en algún paradisiaco lugar del mundo). Cristina acompañando a Alberto Fernández, en el exitoso armado político/electoral de su autoría, que la llevará del escarnio que la sometió el macrismo, los jueces, fiscales, los medios, (Amalia Granata, Mirtha, Susana, Pamela David, Alfredo Casero, el arrepentido Fariña y otros “periodistas, comunicadores”, artistas y  “figuras intachables e influyentes” de la vida nacional)  a ser la figura política más importante del momento, luego de 4 años de gobierno (o algo parecido) de la Alianza Cambiemos, comandada por Mauricio, Marcos Peña, Durán Barba, Antonia (la pequeña hija de Macri y su tercera esposa).  También se aceptó el senado la “licencia” del ex gobernador de Tucumàn José Alperovich por causas harto conocidas (pero aún no esclaricidas) y difundidas por los medios, desde Intrusos hasta los programas de los telepastores que prometen la salvación y la vida eterna por la pantalla chica luego de medianoche. Comenzò luego entonces, la toma de juramento a los nuevos senadores: el recambio generacional (o de caras, apellidos) pareció no hacer mella en muchas provincias.

El caso de Entre Ríos, Alfredo Luis De Angelis, el protagonista de la “heroica batalla” que destronó –y destrozò- “la 125” Ley de Retenciones que quiso imponer el kirchnerismo (e instauró el voto “no positivo” como una nueva herramienta de nuestro bendito sistema parlamentario) jurò como Senador Nacional, luego de 11 años apenas, de aquella “epopeya del campo”. Segùn se pudo escuchar en los pasillos del senado, será el representante, nuevamente, ahora no en los cortes de ruta, sino en el parlamento, de los intereses ruralistas que se opondrán a cualquier tipo de avasallamiento de sus derechos. Raramente, coincidencias de nuestra “preadolescente democracia”, jurò como senador Martín Lousteau, el ex ministro de Cristina, artífice de la “125”, quien luego de su paso por la embajada en Estados Unidos,  de coquetear con el radicalismo y urdir un espacio propio, ahora luce enrolado en lo que queda de Cambiemos. También juró  Silvia Sapag de Neuquén y Juan Carlos Romero de Salta; es decir, los mismos apellidos de siempre, ( o más de lo mismo), la renovación política  parece no haber llegado por esos lares. 

CHAQUEÑOS, SIEMPRE PRESENTES

 No faltaron a la cita (como cuando decimos que pasa algo en el mundo y siempre hay un argentino) tres chaqueños que juraron “por Dios y la Patria” (no todos los nuevos senadores lo hicieron: hubo varios que solo lo hicieron por la Patria, añorando tal vez una Constitución Laica, al modo uruguayo). Los tres acompañados, como la mayoría, por familiares: la senadora María Inés Pilatti Vergara (muy elegante, pero de evidente continuidad del conflicto que mantiene con su peluquero/a, peinador/a: una pequeña mancha para la democracia), quien no solo goza de toda la confianza del gobernador electo del Chaco, sino que además posee línea directa con Cristina desde hace muchos años, lo que le asegura un espacio de privilegio -que no goza con el gremio de los estilistas- en la Cámara Alta. Rara Avis: jurò también como senador nacional por nuestra querida provincia, Antonio Rodas, muy elegante (así como marcamos el lapus estético anterior, es bueno reconocer lo acertado) hay que destacarlo: de impecable ambo, corbata y sus nuevas gafas, ya sin “el-cordón-de-almacenero-de-barrio” que acostumbraba a usar en su querida Fontana. Seguramente –y si se confirman las sesiones extraordinarias de verano- extrañará sus inefables bermudas que tan gratos momentos (y mucho trabajo) les llevó a nuestro colegas dominicales de La Sopapa. Otra coincidencia que con que nuestra bendita democracia nos sorprende: de tres senadores, dos fueron jefes comunales de Fontana: Antonio como intendente  e integrante del Frente Chaqueño (coom Maryn Pilatti Vergara) y el radical Cambiemos (o juntos por el Cambio, hasta ahora) Victor Zimmerman, interventor del municipio (1999-2001) en la gestión de Angel Rozas (¿se acuerdan de Rozas?). Ambos se saludaron amablemente antes de la jura y luego tambièn. Un buen gesto pluralista que los chaqueños deberíamos imitar para soslayar la grieta local (Mensaje para Gustavo Martinez). El representante de la minoría, o sea Zimmerman, jurò acompañado de su familia: su esposa y sus tres bellas hijas, incluída Carla, su mano derecha (o de centro derecha) durante su campaña electoral, tal vez  emulando la actitud de Jorge Milton Capitanich, quien depositó en manos de su hija mayor Guillermina (a quien agradeció públicamente siempre) la agenda de su trajín electoral que lo llevó  a ocupar por tercera vez, el Sillón de Obligado,  convirtiéndose en el único político en reincidir, mediante el voto popular, como gobernador de todos y todas los chaqueños. Pero volviendo a la casa de la democracia, y siguiendo con las féminas bellas (y el protagonismo de la mujer en tiempos de recambio), la que se llevó todos los aplausos fue la santiagueña Claudia Ledesma Abdala (Claudia Alejandra Ledesma Abdala de Zamora.abogada y escribana) esposa del actual gobernador Gerardo Zamora (alguna vez radical) y a su vez, a sus jóvenes 45, ex gobernadora de la provincia vecina. Los aplausos no solo fueron por su juramento, sino por su look “no-serán-los-martinezfierro-pero-en-larevistacaras-salgoseguro” de entallado dress style (vestido muy corto y ajustado, dicen en el barrio), aplaudida por demás desde los palcos por propios y ajenos. Es que, además de tus atributos femeninos, la santiagueña fue elegida como la tercera, en línea sucesoria (luego de Alberto y Cristina) para conducir los destinos (fashion) de la Patria. Según pudimos saber y escuchar, el nuevo bloque oficialista del Frente de Todos (peronismo, kirchnerismo, camporismo, massismo, arrepentidos Pro, Marcelo (TINELLI PRESIDENTE, al menos de San Lorenzo), , el jurado, las Tinellis, más otros que se sumaban al cierre de esta edición) luce unificado para acompañar el desafío de Alberto Fernàndez, de poner al “país de pie”, mientras que se espera cómo enfrentará su nuevo rol de oposición (y quiénes quedarán dentro del Titanic de Juntos por el Cambio) para el Congreso Nacional, el nuevo gobierno y el país que se viene, con grandes cambios y enormes desafios.