Opinión

“LAS MUJERES DE LA PATRIA, AYER COMO HOY”. Por Alberto Solis Bonastre.

Ninguna de ellas tiene a una mujer como protagonista. Un “olvido u omisión” por sostener siempre una clara postura de relegar a la mujer a tareas menores, hogareñas, o simplemente ser “madres, hijas, esposas”. Así se enseña en las escuelas, con una versión sesgada de lo que pasó y pasa.

Ni el 25 de mayo, el 20 de julio, ni el 9 de julio, el 17 de agosto (más recientemente el 2 de abril, Malvinas) rememora a una mujer, a quienes fueron y son, protagonistas de lo que fuimos y somos como Patria, como un país independiente y soberano. Una gran deuda pendiente con gran parte de la sociedad y sus artífices.

Todo el período pre y posrevolucionario estuvo marcado por estas contradicciones, entre las supervivencias de la antigua sociedad colonial, los cambios traídos por la Revolución y la independencia, y las guerras civiles en torno al proyecto de país que distintas facciones de las nacientes burguesías buscaban imponer.

Allí se combinaron enfrentamientos de intereses económicos regionales entre los grupos dominantes en la antigua capital colonial y los de las provincias que habían estado bajo su mando, y sociales, entre los diversos sectores de las elites, con mayor o menor respaldo de la población.

Al mismo tiempo, la expansión territorial de los nuevos Estados, empujando la “frontera agropecuaria” sobre territorios en manos de los pueblos originarios, llevó a partir de 1820 a una prolongada “guerra contra el indio”.

En ese contexto convulsionado, la contradictoria herencia del ciclo revolucionario se expresaba también en la situación de las mujeres.

Nadie pensaba en ellas. Las levas para las milicias y ejércitos provinciales siguieron llevándose a muchos hombres, sobre todo de los sectores populares, forzando a que muchas mujeres continuasen siendo el principal sostén de sus familias. Para las mujeres de las clases más acomodadas, el alistamiento de sus maridos como oficiales de las fuerzas enfrentadas las siguió colocando en la jefatura cotidiana de sus hogares.

Aquellas mujeres participaron en el día a día de la construcción histórica del país; muchas, desde el lugar privado al que estaban relegadas: el doméstico. Llevaban adelante, con los pocos recursos que contaban, en un contexto que la región atravesaba guerras continuas, las tareas del hogar y el cuidado de los hijos. En muchos casos, fueron las madres de los futuros dirigentes de la nación. Otras lograron ocupar un espacio en el ámbito público, aquel que solo estaba reservado para los hombres. María Guadalupe Cuenca, Rosario Vera Peñaloza (la maestra de la patria, educadora), Encarnación Ezcurra, Rosa Guerra (primera escritora dramaturga publicada,) Mariquita Sánchez, Remedios de Escalada, Petrona Rosende de Sierra (primera periodista); Juana Azurduy, Macacha Guemes (ambas luchando en el frente de batalla junto a los hombres),  entre muchas otras, dejaron diferentes documentos, cartas y otros textos que hoy proponen una perspectiva distinta de la historiografía oficial. Resaltaremos en este caso, en vísperas del aniversario de la Patria, la Revolución de Mayo, una breve síntesis de la labor de una de las mujeres que participaron activamente de la lucha de la formación de una Patria Libre, Justa y Soberana.

 Mariquita Sánchez: artista, patriota y feminista

Más conocida por la “historia oficial” como Mariquita Sánchez de Thompson, además de ser una activa protagonista en mayo de 1810, profundizó luego, con los representantes de la Generación del 37, el movimiento intelectual que fundó el Salón Literario en Buenos Aires, al que adhirieron distintas personalidades como Domingo F. Sarmiento, Esteban Echeverría, Bartolomé Mitre, Vicente F. López, José Mármol y Miguel Cané, entre otros.  Mariquita Sánchez, quien llevaba a cabo las tertulias de aquel Salón en su casa, se estableció en la capital uruguaya en 1837.

Además de su compromiso con la patria naciente y pensamiento crítico, Mariquita será también recordada por ser la anfitriona y la pianista de la primera vez que sonó el actual Himno Nacional Argentino. Aquella Marcha Patriótica, como se la llamaba en ese entonces, se escuchó por primera vez en su casa, el 14 de mayo de 1813. En otra oportunidad me referiré a otras “patriotas, héroes anónimas”, y más conocidas, como Alicia Moreau de Justo, Alfonsina Storni, Eva Duarte, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Madrinas de Guerra de Malvinas, otras tantas que hicieron y hacen historia . Ayer como hoy, cuando el país lucha “otra guerra” (el Codvid-19), hay mujeres en la primera línea de batalla, como enfermeras, médicas, científicas, docentes, maestras rurales, las que tienen a su cargo en las villas comedores comunitarios y merenderos, jóvenes solidarias; madres, hijas, que trabajan a la par de los hombres para soslayar este nuevo desafío que se nos presenta como Nación. La mujer demuestra a cada día su protagonismo, compromiso y valentía en beneficio de todos los argentinos.