Nooxonec significa “tejido” en lengua qom, y es también el nombre de una iniciativa que combina producción agroecológica, diseño local y desarrollo sustentable con la participación de 41 familias de cinco localidades chaqueñas.
En diálogo con Radio Provincia, Alejandra Gómez, de la Red de Salud Popular Ramón Carrillo, dio detalles sobre la experiencia, que encuentra a comunidades originarias qom y criollas en un proyecto único en la región.
“Iniciamos la séptima campaña consecutiva de siembra de algodón en sistemas agroecológicos en la provincia, una experiencia que venimos desarrollando en el territorio de recomposición de los sistemas productivos que habían sido dañados por las fumigaciones desde 2012”, explicó Alejandra.
Los productos pueden conseguirse en el Espacio de Arte y diseño del Centro Cultural Alternativo (Cecual) ubicado en Santa María de Oro 471 de la ciudad de Resistencia, en la feria navideña que podrá visitarse desde el jueves 21 al sábado 23 de 17:30 a 21 horas.
La iniciativa contempla el desarrollo y puesta en valor de toda la cadena productiva del algodón: desde la obtención y reproducción de semillas no transgénicas en conjunto con el INTA con la variedad Gualok, de color marrón oscuro, pasando por el trabajo conjunto con hilanderías para la obtención de hilos y cintas, el tejido para la obtención de textiles, el diseño y la confección de prendas.
Se trata de un modelo de producción respetuoso del ambiente y que busca promover además el desarrollo sustentable de las comunidades que participan tanto en el aspecto ambiental, como en el social y ecológico: “Se trata de garantizar la sustentabilidad, no únicamente ambiental, social, sino también económica, y no generar dependencia, sino que el mismo proyecto, la misma experiencia genere su sustentabilidad económica”, detalló Alejandra.
Y es que el algodón, cosechado de forma manual por las familias tanto criollas como originarias, es desmotado en las instalaciones del INTA Sáenz Peña, hilado por una hilandería local recuperada, tejido por cooperativas en Resistencia y transformado en prendas de vestir por diseñadoras locales del colectivo Entretejidas y Kalu Gryb.
Familias de Pampa del Indio, Presidencia Roca, Castelli, Las Palmas y La Leonesa son parte de todo el proceso, que por sus características agroecológicas permite además la producción de alimentos.
“Uno ve la prenda y muchas veces no sabe toda la historia que lleva a su confección. En este caso, se puede conocer a las personas que participan en el territorio, a cada una de las personas que participan en el agregado de valor también, mientras que en otras oportunidades uno compra una prenda y no sabe si en los talleres se respetan los derechos de las personas que producen. Es muy importante saber la historia de los productos que consumimos, porque eso también nos hace asumir otros compromisos y responsabilidades”, amplió Alejandra.
La iniciativa también incluye entre sus premisas el pago de un “precio justo” por cada producto, “lo que significa pagar lo que corresponde al trabajo de cada una de las partes del proceso y que cada uno de los integrantes de la cadena cobre lo que corresponde por su trabajo”.