La instalación inmersiva de la artista plantea una experiencia poética a partir de la reflexión sobre la construcción de nuestro entorno inmediato, pero al mismo tiempo también sobre lo que podemos ofrecer (y todas las posibilidades intermedias entre ellas). Claudia Gatti acerca un nido al alcance de las manos, nos ofrece un lugar donde la memoria emotiva puede revelarse con franqueza, donde el silencio magnifica un estruendo o un susurro.
“Ramas enhebradas con preciosismo natural y un sinfín de pequeñas intenciones conforman el nido que conquista la sala y nos insinúa un momento de oportuna prudencia para explorar en la construcción de nuestros afectos”, describe el curador de la muestra Gustavo Insaurralde.
La exposición quedará montada en la Sala Hall del MUBA y se podrá visitar con entrada libre y gratuita.