“Los cultivos hidropónicos permiten generar alimentos de mejor calidad y más saludables, ya que al ser cultivados en agua y espacios cerrados, no requieren de agroquímicos y sustancias utilizadas para el control de plagas como los cultivos en la tierra, asimismo al no necesitar grandes espacios para su desarrollo permite el cultivo para el autoabastecimiento, lo que disminuye notoriamente la huella ambiental que se produce por las enormes distancias que recorren los alimentos que consumimos a diario para llegar a nuestra mesa a veces desde lugares remotos de nuestro país” argumentan los autores.
A su vez, destacan que “es considerablemente menor el espacio que se requiere para la producción de este tipo de cultivos pudiendo desarrollarse en pequeños terrenos si mayores inconvenientes. Este tipo de cultivos permite la reutilización de agua, diferentes informes estiman entre un 60% a 80% menor consumo de la misma. Esto es posible al suprimirse el riego de los cultivos tradicionales en suelo, en los que se pierden porcentajes notables del recurso hídrico a lo largo de los canales de riego y al ser absorbido por las capas inferiores del terreno de cultivo”.
Por otra parte, otra de sus ventajas comparativas es que “según las estructuras utilizadas, y al no estar expuestos a las condiciones climáticas, es posible independizar la producción de las mismas, como así también de las características del suelo, la altura sobre el nivel del mar e incluso la estacionalidad. Al encontrar las raíces más rápidamente todas las sustancias que requieren para el crecimiento de la planta, en el agua, sin mayor esfuerzo, se posibilita una producción en menor tiempo que el que lleva la plantación en tierra, generando un volumen total de producción de cinco a ocho veces mayor”.
Además el legislador fundamentan que “según las estructuras utilizadas, es posible independizar la producción de las condiciones climáticas, las características del suelo, la altura sobre el nivel del mar e incluso la estacionalidad. Al controlarse la dosificación de nutrientes, las especies vegetales pueden ser cultivadas ciclo tras ciclo a lo largo de un año calendario, generando un volumen total de producción de cinco a ocho veces mayor. El cultivo hidropónico permitirá también, generar forrajes para alimentación de animales de pastoreo, permitiendo contar siempre con alimento de calidad para los mismos, pudiendo también sortear las inclemencias del tiempo por ser un cultivo controlado y realizado en espacios cerrados, asimismo permite a los veterinarios diseñar el tipo de alimento a suministrar a los animales, dependiendo lo que se quiera lograr, lo cual resulta ampliamente beneficioso para el sector ganadero”.
“La agricultura es uno de los pilares de nuestra economía local y es el Estado promover y desarrollar formas de producción que cuiden el medio ambiente, sin perder la calidad de los productos que consumimos, como así también brindar asesoramiento, capacitación y soporte económico que permita el desarrollo del mismo con miras a un crecimiento y desarrollo económico que pueden significar un importante fuente de ingresos tanto para la economía local como así también que permita abrirnos las puertas como provincia, al mercado internacional” remarcan desde el FI.
En esta línea remarcan que “con la finalidad de mantener datos actualizados de tipos de cultivos desarrollados en el territorio provincial, distribución de tierras y agricultores que en la actualidad desarrollan el cultivo hidropónico, también se propone la creación en el ámbito de la Subsecretaria de Agricultura, de un Registro de agricultores de hidroponía, como técnica de producir alimentos a mayor escala para el futuro, que ya se está aplicando de manera creciente en muchas regiones del país como así también en la comunidad internacional, con enormes beneficios y sobre todo cuidando el medio ambiente” enfatizan Parra Moreno y Pérez Otazú.