Las que sean recolectadas serán canjeadas por eco-ladrillos, de esta forma se busca fomentar un mayor cuidado del ambiente y una optimización de material reciclable.
El recorrido de los colaboradores inició en la plaza 25 de Mayo y luego transitaron la Peatonal para recolectar ese residuo pequeño, pero de potencial daño para la naturaleza. Esta acción se replicará todos los últimos sábados de cada mes.
Respecto a esta iniciativa, la concejala Katia Blanc, referente de la Fundación, consideró que todavía está el mal hábito de tirar las colillas al suelo y “no la vemos como un residuo contaminante. Pero la verdad es que una sola colilla contamina 60 litros de agua y estamos en un momento donde una colilla mal apagada puede producir un incendio sumado a este intenso calor”.
“Ahora estamos aquí barriendo en la Peatonal y la idea es que todos se puedan sumar”, agregó la legisladora comunal explicando que la campaña nació por impronta de los integrantes de la Fundación Expresarte que notaron que la problemática de las colillas era más grave de lo que se percibía. Entonces explicó que iniciaron esta medida luego de contactarse con una empresa de otra provincia que recibe ese residuo y lo intercambia por eco-ladrillos.