Noelia Ortíz Maffei, especialista en Medicina Reproductiva y Tocoginecología, dialogó con Chaco TV y habló sobre la maternidad deseada. En este sentido, dio una serie de recomendaciones para que las mujeres accedan a una mejor información por parte de su médico de cabecera y puedan planificar a futuro, en caso de no querer ser madres en determinado momento. “Guardar óvulos permite elegir el momento para ser madres”, señaló.
“Hoy en día, en el mundo hay 48 millones de parejas con diagnóstico de infertilidad y 186 mil millones de personas con este mismo diagnóstico”, empezó su explicación la doctora. Asimismo, resaltó que en la actualidad “no se tiene en mente ser madre o padre antes de los 35 años” debido a que la mayoría prefiere continuar sus estudios y establecer una mejor calidad de vida. No obstante, añadió: “Se demostró que, en las mujeres, antes de los 35 años es lo ideal de buscar el embarazo”
Por ese motivo, manifestó: “Hoy en día es importante tener un diagnóstico de un ginecólogo para tener la información de que las mujeres pueden guardar los óvulos sin necesidad de ser madres. Eso nos permite elegir el momento para ser madres. Si guardamos nuestros óvulos a los 28 o 30 años, podemos elegir ser mamá después de los 40. Hay opciones si uno no quiere ser mamá ahora, podemos consultar con nuestro ginecólogo para que nos oriente qué estudios hacer”.
Por otra parte, en el caso de las parejas mayores a 35 años que no han logrado el embarazo o que los han perdido, recomendó realizar una consulta con un médico especialista en fertilidad, en primera instancia, y luego el consejo sería buscar a una especialista en medicina reproductiva. Además, habló sobre los tratamientos hormonales, en donde los especialistas pedirán una serie de estudios básicos de sangre y ecografías vaginales para evaluar a la mujer, pero también al hombre en caso de estar en pareja. Esto permitirá conocer un diagnóstico para saber por qué no ha quedado embarazada.
“En el caso de que requieran algún tratamiento de fertilidad, en lo posible siempre se intenta lo más básico siempre y cuando la biología de los dos lo permita”, explicó la doctora. En este sentido, dijo que primero se empieza con una relación sexual programada, es decir, en el mejor momento de ovulación de la mujer. No obstante, a medida que avanzan las recomendaciones y no se logra el embarazo, continua el paso siguiente que son las inseminaciones intrauterinas. Por último, y más complejo, se encuentra la opción de un tratamiento in vitro. “Son escaloncitos que se van pasando, siempre y cuando se pueda hacer. Lo ideal es que la mujer planifique con su médico ginecólogo de cabecera”, concluyó.