Resistencia

RESISTENCIA: Vecinos Y Arquitectas Presentaron Al Intendente El Proyecto Maestro Urbano Para La Zona Norte De La Ciudad

Asistieron a la presentación el intendente, Gustavo Martínez; el presidente del Concejo Municipal, Agustín Romero; el secretario de Planificación, Infraestructura y Ambiente, Guillermo Monzón; y la subsecretaria de Ordenamiento Territorial, Otilia Aguirre.

El intendente Martínez sostuvo que “con la puesta en marcha de este tipo de proyectos se está trabajando la finalidad de dinamizar una metodología de asociación con los actores públicos y privados en pos del desarrollo inmobiliario, ya que Resistencia tiene una gran demanda de suelo, y esta propuesta de rescatar toda un área del norte de la Ciudad pretende encontrar esa coordinación y asistencia entre los sectores”.

Sobre el impulso que tiene esta planificación, el jefe comunal remarcó que “la comunidad de vecinos del barrio Los Molinos y el grupo de profesionales, con Susana Matta y Marta Álvarez a la cabeza, tiene una visión muy importante para el crecimiento urbano y ambiental de Resistencia, y por eso vamos a acompañar este proyecto con un Municipio que gestione, que lo promocione y que agilice las cosas”.

En una misma sintonía, explicó que “la zona a atender está bastante deprimida y sufrió usurpaciones, por eso es menester buscar un ordenamiento social para que las personas que viven en un asentamiento precario tengan una calidad de vida adecuada”, y agregó que “en un primer momento, se tiene previsto recuperar dos fracciones de chacra, que son casi 100 hectáreas en torno al Rio Negro y a la colectora”.

Romero subrayó que “esta propuesta del sector privado es por demás viable y agradable, además es necesario articular los ámbitos públicos y privados para lograr acciones que recuperen a Resistencia”, y añadió que “esperamos que esta planificación tenga redito en poco tiempo, donde la Ciudad va a sentir un cambio físico natural muy positivo”.

Asimismo, el titular del legislativo comunal señaló que “la finalidad es disfrutar de nuestra Ciudad y amigarnos con el Río Negro, ya que a lo largo de la historia hemos construido una capital de espaldas al río, y la idea es tener muchas cuadras de costanera”.

Monzón rescató que “este proyecto está vinculado a un desarrollo integral de Resistencia, donde se desea revalorizar los espacios públicos y los recursos naturales, como los sectores de laguna y los lindantes con el Río Negro, por eso es necesario que ese lugar, de tanta riqueza ecológica, se mantenga y no sea degradada por alguna ocupación o por el crecimiento natural que se da en las urbes sin planificación y sin un aprovechamiento del entorno ambiental”.

En igual sentido, el funcionario comentó que “siempre es reconfortante apoyar este tipo de emprendimientos porque nuclean al sector privado, al público y a los vecinos, lo que produce herramientas que permiten lograr el beneficio para la ciudad, y fundamentalmente generan oportunidades para todos”.

Una Vía De Desarrollo

Una de las impulsoras del proyecto es la arquitecta Susana Matta, quien explicó que “hubo una primera etapa de investigación profunda, hasta que se encontró una vía de desarrollo para toda el área que fue acompañado por los propietarios, que nos dieron la posibilidad de hacer un modelo de gestión con un tratamiento de bosque y de monte sumamente responsable, de tal manera que la vegetación sea un elemento que favorezca totalmente”.

La profesional destacó que “Resistencia tiene su área norte altamente comprometida desde lo hídrico por la existencia de Río Negro, las lagunas y las cuencas naturales de desagüe, también hay basurales y asentamientos informales con alto riesgo social”, y sumó que “esta zona es espectacular, pero está abandonada y por eso es necesario completar un plan maestro, donde el propietario entienda que hay tierras que tiene que ceder y como se compensan esas cesiones con densidades y de más”.

La otra promotora de esta planificación es la arquitecta Marta Álvarez, que detalló que “este proyecto se estuvo incubando más de dos años, con un acuerdo que empezó con cuatro propietarios y luego se extendió a los 21 propietarios del barrio”.

Sobre el plan urbano, la especialista en planificación e intervenciones urbanas, manifestó que “es un viejo anhelo que tiene como base la consideración hacia los dominios existentes y a las unidades paisajísticas naturales y ambientales, siempre respetando la legislación, para tener una armonía de convivencia con la naturaleza”.

“Ser guardianes y promover de los derechos fundamentales de niños, niñas y adolescentes, es nuestro deber” enfatizó la diputada Pérez Otazú

En día Mundial contra el trabajo infantil, la diputada del Frente Integrador Clara Pérez Otazú manifestó “estoy convencida que para erradicar el trabajo infantil la primera tarea es prevenir que ello suceda, y que lo niños, niñas y adolescentes en todo el mundo vivan una infancia  verdadera, ser oídos, tener acceso a la salud, a la educación, poder jugar y contar con sus referentes afectivos”.

En el año 1959, las Naciones Unidas aprobaron la Declaración de los Derechos del Niño con el objetivo de reconocer 10 principios fundamentales para garantizar el bienestar y el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. Este instrumento fue la base de lo que 30 años más tarde, se convertiría en la Convención sobre los Derechos del Niño.

El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea de las Naciones Unidas la adoptó de manera unánime y a partir de 1990 entró en vigor. Desde entonces, 192 países la han firmado y ratificado, y se ha convertido en una herramienta legal de cumplimiento obligatorio para los Estados.

La Convención recoge 54 artículos relacionados a derechos civiles, políticos, económicos y culturales. Su aprobación supuso el reconocimiento del niño y la niña como sujetos titulares de derechos, y les otorgó una protección especial y reforzada debido a su condición de personas en desarrollo y crecimiento.

Dentro del marco de la Convención, existe un Comité de los Derechos del Niño, quien supervisa su aplicación y la de tres Protocolos Facultativos, que han sido desarrollados sobre temas específicos. El primer protocolo es sobre la participación de niños en conflictos armados; el segundo es acerca de la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía; y el tercero es un procedimiento de denuncias ante el Comité.

En julio de 2019, la Asamblea General de la ONU declaró 2021 como el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, bajo el liderazgo de la Organización Internacional del Trabajo. El objetivo es fomentar actividades para erradicar el trabajo forzoso y el trabajo infantil y de esta manera poner fin al trabajo infantil en todas sus formas antes de 2025.